¿Semidulce?

¿Semidulce?

6 octubre, 2023 Noticias 0

Los vinos semidulces son el punto intermedio para quienes buscan una bebida ni tan seca ni tan almibarada. El vino semidulce es todo aquel cuyo porcentaje de azúcar residual está entre 3 y 5%. Se percibe en boca con matices muy agradables que le hacen muy popular entre los consumidores.

Un vino semidulce puede ser tinto, blanco o rosado cuya principal característica es el elevado nivel de azúcar residual presente de manera natural en el vino. Se distingue del vino dulce y del vino de postre que son otros tipos.

Cuando se habla de vinos, suele confundirse las palabras, “dulce” con “afrutado”. No todo vino afrutado es dulce, ya que pueden ser secos o semisecos.

El proceso de elaboración del vino, puntualmente durante la fermentación, ocurre la transformación metabólica de la glucosa y la lactosa (azúcares presentes en la uva) en etanol (alcohol del vino) y CO₂.

Es decir, que la concentración de azúcares y grado alcohólico depende de este proceso.

El azúcar residual es aquel que no es metabolizado por las levaduras y se concentra en el vino. Por tanto, es lo que indica el tipo de vino dulce, semi dulce, semiseco o seco.

Los semidulces son aquellos vinos con un contenido de azúcares superior a 12 g por litro y hasta 45 g/l.

Los vinos con alto nivel de azúcares se procesan en fermentaciones a baja temperatura.  Y con variedades de uvas de abundante dulzor. Entre las más populares están:

  • Moscatel.
  • Lambrusco.
  • Riesling.
  • Garnacha.
  • Malbec.
  • Tempranillo.

Los vinos dulces y semi dulces se producen por distintos métodos:

  • Fortificación: se trata de la añadidura de aguardiente para limitar el proceso de fermentación.
  • Añadir ingrediente dulce a vinos secos que ya están listos para ser embotellados.
  • Concentración de azúcares al natural, se utilizan uvas con alto niveles de glucosa y fructuosa.
  • Passerillaje: consiste en utilizar una uva muy madura y seca.
  • Congelación: esta práctica es muy habitual en Alemania, en la que se deja congelar la vid durante los meses de invierno.

Los vinos semidulces suelen ser frescos, de baja acidez y se degustan con facilidad, dejando percibir las notas y cuerpo del vino.

Maridaje

Para combinar con platos, los vinos semidulces son bastante versátiles. Pueden combinarse con casi todo. Claro, que dependerá del gusto y ciertos ingredientes que equilibren los sabores. Lo que es ineludible es servirlo bien frío, entre 7 y 9 °C, y que no tenga más de 2 años de embotellado. Por eso es el preferido en temporadas cálidas y para acompañar aperitivos, entradas, platos principales y postres.

Sin embargo, es mucho mejor maridar con platos con cierta acidez que incluyan mariscos, pastas con salsas, pescados o frutascítricas.

Ten en cuenta que son vinos muy sabrosos y que se beben con facilidad, es recomendable tener varias botellas en casa, pues son lo mejor para las celebraciones o darse un gusto un día cualquiera.

Fuente: Vinomalist